
Jessica Stilwell, una ama de casa canadiense, ya estaba cansada de ser la única que limpiaba en casa. Poco a poco vio cómo sus tres hijas, Quinn, Olivia y Peyton, olvidaban ayudarla en las labores del hogar.
Por eso, la cabeza de familia, junto a su marido, decidió tomar una drástica solución: una huelga silenciosa. Desde el 1 de octubre, Jessica y su marido se pusieron de acuerdo para limpiar solo lo que ellos dos ensuciaban, o solo lavar su propia ropa. Y cuando alguna de las chicas se quejaba de la suciedad, la pareja...