1. Esquilo: el oráculo le vaticinó que moriría aplastado por una casa, por lo que decidió residir fuera de la ciudad. Curiosa, y trágicamente, falleció al ser golpeado por el caparazón de una tortuga, que fue soltado por un quebrantahuesos desde el aire.
2.Atila: estaba tan borracho en su noche bodas que no se percató de que sangraba profusamente por la nariz. Al día siguiente amaneció ahogado en su propia sangre.
3. Sir Francis Bacon: durante una fuerte nevada, decidió comprobar si era cierto eso de que el frío retrasaba la descomposición de los cadáveres. Mató un pollo y salió a enterrarlo...